La erupción más famosa del Monte Vesubio tuvo lugar en el año 79 d.C. y es tristemente célebre por haber sepultado las ciudades romanas de Pompeya y Herculano. Comenzó con una enorme nube de ceniza y gas que se elevó hacia el cielo, seguida de una oleada de escombros calientes que cubrió la zona en cuestión de horas. Este acontecimiento catastrófico no sólo provocó una trágica pérdida de vidas, sino que también preservó Pompeya con increíble detalle, ofreciéndonos una visión única de la vida y la sociedad romanas de aquella época.









